martes, 12 de abril de 2016

DONATO BRAVO IZQUIERDO ( CXXV ANIVERSARIO DE SU NATALICIO )


Por: Gustavo Méndez Osorio

Sólo habían pasado unas cuantas horas después del nacimiento de Donato Bravo Izquierdo cuando su padre fue a dar parte en el registro civil del pueblo. A pesar de ello la fecha de su nacimiento ha sido cambiada constantemente en diversos trabajos y documentos. Algunos autores citan que fue el 5 de diciembre de 1890 y en el mismo expediente que obra tras su paso como embajador en el Servicio Exterior Mexicano se encuentra registrado el 22 de octubre de 1890. Dejemos que sea su propia acta de nacimiento la que nos confirme la fecha de la que sin duda se cumplen 125 años, el acta que se encuentra bajo la partida número 41 del Libro de Nacimientos del año de 1890 en el Archivo del Registro Civil de Coxcatlán es en su parte medular del tenor siguiente:

Donato Ermelindo

En Coxcatlán á los seis del mes de Noviembre de mil ochocientos noventa (1890) ante mi Sixto Alfaro, Presidente del Ayuntamiento y Juez encargado del Registro civil de la municipalidad, compareció el C. José María Bravo casado, sastre, mayor de edad y de este pueblo, denunció que el día de aller nació vivo un niño que se bautizó católicamente y le pucieron por nombre Donato Bravo, hijo legítimo del denunciante y de su esposa María Aurelia Yzquierdo, mayor de veintiocho (28) años de edad, ambos son de raza cruzada y de religión católica…

Así confirmamos que Donato Bravo Izquierdo nació el 5 de noviembre de 1890 en Coxcatlán, Puebla. Poco sabemos de los primeros años de este personaje en su pueblo natal pero no es difícil imaginar al pequeño Donato participando en las actividades diarias de la vida en Coxcatlán. Tenemos noticia que fue becado para recibir instrucción elemental bajo la enseñanza del profesor Pedro José de la Llave en la ciudad de Tehuacán. En plena adolescencia, con catorce años de edad, en 1904, el joven Donato ya se encontraba “luchando por la vida” como obrero “en la fábrica de Santa Rosa, en el vecino estado de Veracruz, ante una imposibilidad de seguir estudiando”.

Contando 20 años de edad, allá por el 1910, el Plan de San Luis Potosí proclamado por Francisco I. Madero involucró a Donato Bravo en la preparación del movimiento revolucionario. Naciendo la historia del coxcateco más importante que ha aparecido en la política y la historia nacional a lo largo del siglo XX. Acerca del revolucionario año de 1910 el mismo Bravo Izquierdo señaló que desde entonces el sólo sería “UN SOLDADO DEL PUEBLO”, que fue el mismo título que dio a su obra autobiográfica en la que plasmó su brillante ascenso de un obrero textil hasta General de División y presidente del Senado de la República, pasando por Diputado Constituyente en 1917 y Gobernador de Puebla, entre otros cargos.

lunes, 11 de abril de 2016

LA INSTALACIÓN DEL CONGRESO DE ANÁHUAC EN CHILPANCINGO


Por: Gustavo Méndez Osorio
 

El proceso de la independencia mexicana se inicia cuando España fue invadida por las tropas del emperador francés Napoleón Bonaparte, haciendo que el rey de España y su heredero abdicaran el trono a favor de su hermano José Bonaparte. Esta situación política fue sentida en las colonias americanas, así por ejemplo en 1808 el ayuntamiento de la Ciudad de México propuso ser la corporación depositaria de la soberanía novohispana para desobedecer a un monarca ilegítimo como lo era el hermano del emperador francés. Esto les costó la vida a varios miembros del ayuntamiento.

Finalmente, dos años después, en 1810, luego de ser descubiertos los planes independentistas escondidos detrás de supuestas reuniones literarias, en una pequeña población de Guanajuato, un cura llamaba al pueblo a luchar por ese concepto abstracto que nombramos “libertad” y contra el mal gobierno. Así principió la Guerra de independencia mexicana. Que aunque coincide con estas fechas no es el tema central de este artículo. El 16 de septiembre de 1810 se llamó al pueblo a luchar contra los españoles, pero en otra fecha cercana a estos días, un 13 de septiembre de 1813 se materializaba una clara idea de configuración jurídico – política de una colonia que aspiraba a ser un Estado soberano.

Como nos dice Carlos María de Bustamante en su “Cuadro Histórico de la Revolución Mexicana”, el 13 de septiembre de 1813, “La instalación del Congreso de Chilpantzingo, es de aquellos hechos que no pueden condenarse al olvido, no menos que la de la primera junta de Zitácuaro; tócame, pues, como americano celebrarlo…”. Pues bien, el día 13 se reunieron los representantes, entre los que figuraban dos integrantes de la Junta de Zitácuaro, José Sixto Verduzco y José María Liceaga, el cuarto vocal que era el mismo José María Morelos y Pavón y el quinto José María Murguía y Galardi. Una de las primeras acciones, después de la celebración de la misa por parte de Francisco Lorenzo de Velasco, fue la elección del diputado por la provincia de Técpam, cargo que por mayoría de votos recayó en la persona de José Manuel de Herrera. En seguida Juan Nepomuceno Rosains, secretario de Morelos, leyó el reglamento provisional del Congreso.

Al siguiente día, el 14, nuevamente en la iglesia de Chilpancingo se reunieron los diputados propietarios José Sixto Verduzco, por Valladolid, Ignacio López Rayón, por Guadalajara, José María Liceaga, por Guanajuato, José Manuel de Herrera, por Técpam, y José María Murguía, por Oaxaca. Como suplentes se encontraban Carlos María de Bustamante, por México, Andrés Quintana Roo, por Puebla, y José María Cos, representando a Veracruz.

Por su parte, Lucas Alamán narraría que ese día 14 de septiembre en la instalación del cuerpo legislativo se encontraban presentes los electores de la provincia de Técpam, “y multitud de oficiales, y vecinos del pueblo (de Chilpancingo), y de sus inmediaciones”. Teniendo como acto inaugural un breve discurso de Morelos en que hacía saber la necesidad que tenía la nación de tener un cuerpo de hombres sabios – retomando a Alamán – “que la rigiesen con leyes acertadas, y diesen a la soberanía, todo el aire de majestad que le correspondía, extendiéndose sobre sus beneficios que de aquí debían resultar”. En seguida fueron leídos los “Sentimientos de la Nación”, documento de la autoría del mismo Morelos, por el secretario Rosains.

Este documento de 17 artículos resume el pensamiento político y social del cura de Carácuaro. Pero por vez primera se escuchaba que la América era libre e independiente de España dando al mundo las razones, que la soberanía dimanaba del pueblo, que la buena ley era superior a todo hombre y por lo tanto – casi como una exigencia popular – las que dictara el congreso debían ser tales que moderaran la opulencia y la indigencia aumentando el jornal del pobre y finalmente confirmaba que solo debía hacerse distinción entre los “americanos”, primer término ocupado para llamar a los mexicanos, el vicio o la virtud. Sin duda alguna era toda una revolución de pensamiento político que se manifestaría en las primeras acciones y leyes del Congreso de Anáhuac.

El día 15 se volvió a tener por sede legislativa al mismo recinto. Siendo Verduzco el presidente del Congreso, luego de un altercado entre los diputados y los militares presentes en la iglesia se decretó entregar el nombramiento de Generalísimo y depositario del poder ejecutivo en la persona de Morelos. El mismo Congreso eligió como su presidente a Murguía, diputado por Oaxaca, y vicepresidente a Quintana Roo, diputado por Puebla. Sin embargo, apenas instalado el congreso su número se redujo aun más, pues Murguía regresó a Oaxaca siendo reemplazado por Manuel Sabino Crespo, mientras que Bustamante solo llegó a desempeñar sus funciones hasta fines de octubre, otro caso muy parecido fueron los de Cos y López Rayón, quien llegó a Chilpancingo para protestar su cargo hasta el 4 de noviembre.

El Congreso de Anáhuac instalado en Chilpancingo debatió, aprobó y publicó la declaración de independencia de la Nueva España respecto al trono ibérico el 6 de noviembre de 1813. Mediante varios pesares, pues la misma guerra lo hacia objeto de ataques que constantemente lo mantuvieron peregrinando, de ahí el mote de “Congreso itinerante”, llegó al pueblo de Apatzingán en donde sancionó el 22 de octubre de 1814 el primer Decreto Constitucional que aunque limitadamente rigió a la nación en los territorios independizados.

Su camino de los congresistas, perseguidos por las espadas realistas, los llevó a sesionar incluso debajo de un naranjo. Para salvarse de los realistas decidieron ir a Oaxaca, sufriendo en el trayecto la derrota y captura de Morelos, pero en el camino se cruzaron con Tehuacán de las Granadas en noviembre de 1815, cuya “revolución de Tehuacán” encabezada –voluntaria u obligadamente– por el comandante insurgente y jefe de la plaza Manuel de Mier y Terán daría fin al cuerpo legislativo. Mismo que fue disuelto y sus diputados aprehendidos en la hacienda de San Francisco Altepexi “cercana al pueblo de Axalpa” el 15 de diciembre de 1815. Pero esa es otra historia también digna de ser contada.