Juan Manuel Gámez Andrade
Cronista de Tehuacán.
El primero de diciembre de 1906 se inauguró en esta ciudad una
embotelladora de aguas minerales y refrescos, una fábrica de hielo y un molino
de nixtamal, todos propiedad de don Miguel Mantilla Marín, próspero industrial
de la ciudad de Puebla, quien vino a probar fortuna a Tehuacán. Esta importante
empresa se estableció en la casa número 18 de la 1ª calle de los Patriotas,
actual primera 1 Poniente, exactamente donde se encuentra el restaurante Casa
Vieja.
Esta historia dio inicio a
mediados del año de 1905 cuando el señor Mantilla aceptó vender en su negocio
ubicado en la calle de Micieses número 3 de la capital poblana, el agua mineral
de Tehuacán marca Cruz Roja que embotellaban desde el principio de ese siglo
los señores Anacarsis Peralta Requena y Joaquín Pita; observando que esta agua
–que tenía propiedades curativas- era muy bien aceptada entre la gente, decidió
incursionar en este ramo que no era desconocido para él, ya que la familia
Mantilla desde el siglo XIX se había dedicado al embotellado de aguas y
refrescos en la ciudad de Puebla.
Motivado por esto y además
por ser propietario de un manantial de agua en El Riego, don Miguel de
inmediato empezó a realizar gestiones y trámites legales para establecer en
Tehuacán una negociación de esta naturaleza. La inversión inicial fue de 25 mil
pesos, que ocuparía para la adquisición de maquinaria y materia prima, por lo
que el señor Mantilla recibió ayuda de sus hermanos, ya que el proyecto era muy
ambicioso y se pretendía además de surtir al mercado nacional, traspasar las
fronteras hacia otros países.
El 29 de septiembre de 1906
el señor Mantilla escribió lo siguiente: “Para aprovechar el embotellado del
agua de un manantial que poseo en El Riego, Tehuacán, pasé la fábrica a dicha
población fabricando además de los refrescos que hacen mis antecesores, la
saturación de las famosas aguas minerales”.
En esa época existían dos
embotelladoras importantes en Tehuacán; la de Leo Fleshman, llamada San Lorenzo
Mineral Waters Company, y la de La
Cruz Roja , que era propiedad de don Lucindo Carriles, pero la
de don Miguel mantilla se ostentaba como la número uno, debido principalmente a
que era la única fábrica en la
República que era movida por fuerza de gas motriz.
El capital económico que
manejaba era de los más importantes de la ciudad y sería la primera en
embotellar el agua quinada, además de contar con un edificio que era el único
construido de dos pisos que existía en Tehuacán, a parte del palacio municipal
y las iglesias locales. En los documentos que he consultado no se precisa si
dicho inmueble fue construido ex profesamente para la embotelladora o ya
existía antes de la instalación de la mencionada factoría.
Como en un principio dijimos
la inauguración de la fábrica se llevó a cabo el 1 de diciembre de 1906
llevando como razón social Empresa de Aguas Minerales Miguel Mantilla Marín. En
el mismo edificio también operaban una fábrica de hielo y un molino de
nixtamal. Las marcas que producía eran: agua mineral, Un Tehuacán, cuya
propaganda aseguraba curar “infaliblemente las enfermedades del estómago, de la
orina, de los riñones y del bazo”. Agua Quinada, que era “el único refresco
reconstituyente”. También se elaboraban los refrescos Estrella Roja, Estrella
Verde y Águila Roja.
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